Julianne Moore y Dominic West en 'Misteriosa obsesión' (Joseph Ruben, 2004)
La película cuenta la historia de Telly (Julianne Moore), una madre y esposa que ha perdido recientemente a su único hijo, Sam (Christopher Kovaleski), en un accidente de aviación. El misterio empieza cuando todos los conocidos de Telly, incluido su propio marido (Anthony Edwards, de la serie ‘Urgencias’), aseguran que ella nunca ha tenido ningún hijo. De repente, las fotos y videos que la protagonista se pasaba horas mirando han desaparecido y el psicólogo que la trata (Gary Sinise) intenta convencerla de que ha inventado la vida del bebé que perdió años atrás. Pero Telly tiene nueve años de recuerdos con su hijo y no está dispuesta a olvidar, dejarse convencer o rendirse ante ninguna evidencia.
La trama de ‘Misteriosa obsesión’ (‘Los olvidados’ en su original) parece bastante más interesante de lo que luego resulta ser. La curiosidad que despierta el planteamiento no se convierte en un interés demasiado sólido a medida que el guión desarrolla la historia. Y no es una película aburrida en absoluto, pero por dinámico que intente ser el guión de Gerald Di Pego, las claves se reparten a lo largo del metraje de una manera demasiado espaciada. A ratos resulta incluso pesado seguir la trama al no tener la intriga otra base sobre la que sostenerse que la convicción de la protagonista de que su hijo no fue una invención. No sabemos si se investiga algo, si las persecuciones de las que escapan arrojarán algo de luz sobre el asunto o si solo se trata de llegar con vida a los últimos minutos de la película.
En cambio, una cosa sí está conseguida en el filme, y es su belleza visual. Como ya pasara con ‘El buen hijo’, otra película de Joseph Ruben, esta también resulta visualmente interesante, y no solo por lo bien que dan en pantalla Julianne Moore y Dominic West. Incluso la escena más oscura de ‘Misteriosa obsesión’ resulta estéticamente bella, y los tonos que predominan en la mayor parte de la película le dan una especie de elegancia formal al conjunto.
Y volviendo a Julianne Moore, solo queda decir que nadie sino ella podía convertir a esa Telly Paretta en un personaje con algo de interés. Dibujada en el guión como otra madre coraje más, una mujer que combina los estados de deprimida y eufórica entre escena y escena, Moore hace de ese personaje algo mucho más fuerte y llamativo de lo que venía a ser, y eso que no estamos ante una de sus mejores interpretaciones.
Anthony Edwards, por su parte, se limita a cumplir el expediente con ese personaje de una sola nota, pero Dominic West (‘28 días’, ‘Chicago’) ofrece una buena interpretación en la piel de ese hombre que ha olvidado el por qué de su alcoholismo. Se sabe que éste último ha cumplido correctamente su cometido en la película cuando, en una escena, a Telly le cuesta demasiado despertarle tras una noche de borrachera. La tensión que se respira en el ambiente por si el personaje está más que dormido indica que, de alguna forma, West ha conseguido despertar una simpatía compasiva en el espectador, que es más de lo que parecía posible lograr con un personaje tan plano. Peor parados salen Gary Sinise y Alfre Woodard en unos papeles diseñados para “decir y desaparecer”.
‘Misteriosa obsesión’, que se vuelve a emitir en Canal + Cine 1 el día 23 a las 22:00, está dirigida con corrección, y cuenta con mejores interpretaciones de las que merecía el guión, pero es una película incompleta que deja al espectador con una molesta pregunta: ¿esto es todo?.
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