Me gustaría saber la razón por la que no titularon este telefilme ‘Vida y muerte de Peter Sellers’, porque eso es exactamente ‘Llámame Peter’ (‘The life and death of Peter Sellers’), el relato sobre el ascenso y caída de un actor, su llegada a la cumbre y el lento resbalón que le siguió.
Hace no mucho escribí sobre otro biopic televisivo, ‘La historia de Audrey Hepburn’ (Steven Robman, 2000), y dije de entrada que “nadie podría haber dado vida a la actriz y salir del todo airosa”. La interpretación de Geoffrey Rush en ‘Llámame Peter’ es la demostración de que por único que sea el personaje interpretado el actor siempre podrá enfrentarse al reto con dignidad. Es imposible dar una réplica exacta (ni siquiera creo que sea bueno hacerlo, hay peligro de caer en la simple imitación), pero Rush, al contrario que Jennifer Love Hewitt en ‘La historia de Audrey Hepburn’, sí sale airoso al ponerse en la piel de un actor inmortal. Es más, sale triunfante.
Producida por la HBO, ese canal de pago que todos querríamos tener, la película de Stephen Hopkins (parece mentira que dirigiese ‘Pesadilla en Elm Street V’) sigue los pasos de Peter Sellers desde los tiempos en los que triunfaba en la BBC hasta su engañoso éxito con ‘Bienvenido Mr. Chance’ (Hal Ashby, 1979). Y no es que esta tv-movie presente al Peter Sellers de la película de Ashby como un actor venido a menos profesionalmente, pero ‘Llámame Peter’ deja muy clara la línea que separa el verdadero éxito (esa mezcla entre el triunfo personal y el profesional) del éxito chirriante, ese que permite brillar en la oficina y esconder la decadencia sufrida en otros ámbitos.
Aunque la armonía familiar nunca fue tal en la vida de Peter Sellers según esta película, basada en la biografía de Roger Lewis. La madre de Sellers (Miriam Margolyes) es presentada desde el principio como una mujer bastante más preocupada por la fama de su hijo que por la salud de su marido. Peg Sellers presiona a su hijo para que intente abrirse paso en el cine y, cuando éste consigue el BAFTA por ‘I’m all right Jack’, mira la entrega de premios en la televisión tratando a su esposo con indiferencia. El propio Peter tampoco es un padre modélico, como lo demuestra en la terrible escena en la que destroza los juguetes de su hijo (James Bentley, aquel pálido niño de ‘Los otros’) cuando éste, con toda su buena intención, pinta el coche de su padre en un intento de camuflar un defecto del mismo. El Peter Sellers esposo también deja mucho que desear, destrozando su primer matrimonio con la misma facilidad con la que humilla y maltrata a su segunda mujer (Charlize Theron). Pero, en cualquier caso, ‘Llámame Peter’ muestra una cuesta abajo muy pronunciada, que va de los aires de víctima que muestra el protagonista al término de su relación con Anne (Emily Watson) a la crueldad con la que trata a todo el que le rodea en la época que precede a ‘Bienvenido Mr. Chance’.
Geoffrey Rush se adapta a su complicado papel cual guante en las manos más deformes. El actor maneja a su personaje con el mismo acierto cuando se trata de sacar comicidad y capacidad para la caricatura y cuando se trata de utilizar todos sus recursos dramáticos para interpretar al personaje en sus momentos más duros. En el papel de Sellers vemos a Rush (que fue galardonado con un Emmy y un Globo de Oro por este trabajo) convirtiéndose mediante la imitación en todos los que le rodean (sus padres, su mujer...), pero también mutando hacia una persona que no sabe ser él mismo.
Miriam Margolyes interpreta a la madre del protagonista, un personaje interesante pero complejo hasta la confusión. Peg Sellers es una madre capaz de mostrarse vencida al ver cómo su hijo se ha vuelto una estrella irreconocible (en un momento de la película, cuando su chofer le pregunta qué tal le ha ido el almuerzo con él, ésta responde: “Pues no lo sé, no lo he visto”), pero al mismo tiempo es capaz de decirle a su hijo “estás triunfando, no deberías estar aquí” cuando “aquí” significa el lecho de muerte de su marido (Peter Vaughan). Miriam Margolyes, una actriz que lleva cinco décadas en la profesión, lo hace bien a pesar de las dificultades.
Emily Watson (‘Rompiendo las olas’) está estupenda en la piel de esa mujer que ve ante sus ojos, sin poder hacer nada al respecto, cómo su marido se pierde en un camino sin retorno. La Anne de Watson es en sus últimas escenas como Señora Sellers una mujer aburrida del marido que todo lo soluciona con humor infantil (“estoy cansada del niño pequeño”). Charlize Theron, más guapa que nunca, interpreta a Britt Ekland y lo hace bien, pero no mejor que Emily Watson, por lo que su nominación al Emmy solo puede explicarse como el intento de los académicos de la televisión estadounidense de llenar el patio de butacas de estrellas en la edición de 2005.
Otras caras del reparto son Stanley Tucci (interpretando sin garra a Stanley Kubrick), Sonia Aquino (como Sophia Loren), Nigel Havers (como David Niven), Stephen Fry (el particular clarividente de Sellers), John Lithgow (como Blake Edwards) y el veterano Peter Vaughan en el papel del padre de Sellers.
‘Llámame Peter’ se estrenó en su día en los cines europeos (y en un único pase en Canal + con motivo del 25 aniversario de la muerte de Peter Sellers) e incluso llegó a competir en el festival de Cannes. Lo merecía. Ésta, la historia de un hombre capaz de decirle a su hija que ya no la quiere “tanto como a Sophia Loren”, es una pieza de arte televisivo, una película divertida, bien escrita y dirigida, con una banda sonora apreciable y la clave para hacer un buen biopic televisivo: un gran actor que acepte el reto. Geoffrey Rush es ese actor en ‘Llámame Peter’, que se emite esta noche en Canal + 2.
Hace no mucho escribí sobre otro biopic televisivo, ‘La historia de Audrey Hepburn’ (Steven Robman, 2000), y dije de entrada que “nadie podría haber dado vida a la actriz y salir del todo airosa”. La interpretación de Geoffrey Rush en ‘Llámame Peter’ es la demostración de que por único que sea el personaje interpretado el actor siempre podrá enfrentarse al reto con dignidad. Es imposible dar una réplica exacta (ni siquiera creo que sea bueno hacerlo, hay peligro de caer en la simple imitación), pero Rush, al contrario que Jennifer Love Hewitt en ‘La historia de Audrey Hepburn’, sí sale airoso al ponerse en la piel de un actor inmortal. Es más, sale triunfante.
Producida por la HBO, ese canal de pago que todos querríamos tener, la película de Stephen Hopkins (parece mentira que dirigiese ‘Pesadilla en Elm Street V’) sigue los pasos de Peter Sellers desde los tiempos en los que triunfaba en la BBC hasta su engañoso éxito con ‘Bienvenido Mr. Chance’ (Hal Ashby, 1979). Y no es que esta tv-movie presente al Peter Sellers de la película de Ashby como un actor venido a menos profesionalmente, pero ‘Llámame Peter’ deja muy clara la línea que separa el verdadero éxito (esa mezcla entre el triunfo personal y el profesional) del éxito chirriante, ese que permite brillar en la oficina y esconder la decadencia sufrida en otros ámbitos.
Aunque la armonía familiar nunca fue tal en la vida de Peter Sellers según esta película, basada en la biografía de Roger Lewis. La madre de Sellers (Miriam Margolyes) es presentada desde el principio como una mujer bastante más preocupada por la fama de su hijo que por la salud de su marido. Peg Sellers presiona a su hijo para que intente abrirse paso en el cine y, cuando éste consigue el BAFTA por ‘I’m all right Jack’, mira la entrega de premios en la televisión tratando a su esposo con indiferencia. El propio Peter tampoco es un padre modélico, como lo demuestra en la terrible escena en la que destroza los juguetes de su hijo (James Bentley, aquel pálido niño de ‘Los otros’) cuando éste, con toda su buena intención, pinta el coche de su padre en un intento de camuflar un defecto del mismo. El Peter Sellers esposo también deja mucho que desear, destrozando su primer matrimonio con la misma facilidad con la que humilla y maltrata a su segunda mujer (Charlize Theron). Pero, en cualquier caso, ‘Llámame Peter’ muestra una cuesta abajo muy pronunciada, que va de los aires de víctima que muestra el protagonista al término de su relación con Anne (Emily Watson) a la crueldad con la que trata a todo el que le rodea en la época que precede a ‘Bienvenido Mr. Chance’.
Geoffrey Rush se adapta a su complicado papel cual guante en las manos más deformes. El actor maneja a su personaje con el mismo acierto cuando se trata de sacar comicidad y capacidad para la caricatura y cuando se trata de utilizar todos sus recursos dramáticos para interpretar al personaje en sus momentos más duros. En el papel de Sellers vemos a Rush (que fue galardonado con un Emmy y un Globo de Oro por este trabajo) convirtiéndose mediante la imitación en todos los que le rodean (sus padres, su mujer...), pero también mutando hacia una persona que no sabe ser él mismo.
Miriam Margolyes interpreta a la madre del protagonista, un personaje interesante pero complejo hasta la confusión. Peg Sellers es una madre capaz de mostrarse vencida al ver cómo su hijo se ha vuelto una estrella irreconocible (en un momento de la película, cuando su chofer le pregunta qué tal le ha ido el almuerzo con él, ésta responde: “Pues no lo sé, no lo he visto”), pero al mismo tiempo es capaz de decirle a su hijo “estás triunfando, no deberías estar aquí” cuando “aquí” significa el lecho de muerte de su marido (Peter Vaughan). Miriam Margolyes, una actriz que lleva cinco décadas en la profesión, lo hace bien a pesar de las dificultades.
Emily Watson (‘Rompiendo las olas’) está estupenda en la piel de esa mujer que ve ante sus ojos, sin poder hacer nada al respecto, cómo su marido se pierde en un camino sin retorno. La Anne de Watson es en sus últimas escenas como Señora Sellers una mujer aburrida del marido que todo lo soluciona con humor infantil (“estoy cansada del niño pequeño”). Charlize Theron, más guapa que nunca, interpreta a Britt Ekland y lo hace bien, pero no mejor que Emily Watson, por lo que su nominación al Emmy solo puede explicarse como el intento de los académicos de la televisión estadounidense de llenar el patio de butacas de estrellas en la edición de 2005.
Otras caras del reparto son Stanley Tucci (interpretando sin garra a Stanley Kubrick), Sonia Aquino (como Sophia Loren), Nigel Havers (como David Niven), Stephen Fry (el particular clarividente de Sellers), John Lithgow (como Blake Edwards) y el veterano Peter Vaughan en el papel del padre de Sellers.
‘Llámame Peter’ se estrenó en su día en los cines europeos (y en un único pase en Canal + con motivo del 25 aniversario de la muerte de Peter Sellers) e incluso llegó a competir en el festival de Cannes. Lo merecía. Ésta, la historia de un hombre capaz de decirle a su hija que ya no la quiere “tanto como a Sophia Loren”, es una pieza de arte televisivo, una película divertida, bien escrita y dirigida, con una banda sonora apreciable y la clave para hacer un buen biopic televisivo: un gran actor que acepte el reto. Geoffrey Rush es ese actor en ‘Llámame Peter’, que se emite esta noche en Canal + 2.
(Foto: Geoffrey Rush)
1 comentario:
Gusto esta pelicula bastante.
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