viernes, 7 de septiembre de 2007

Crítica | CASO ABIERTO; Cuando seguir adelante es mirar al pasado

Eso ocurrió hace siglos”. Era la respuesta que obtenían Lilly Rush (Kathryn Morris) y Nick Vera (Jeremy Ratchford) ayer en ‘La llave’, el episodio de ‘Caso abierto’ (‘Cold Case’) emitido en La 2, al preguntar a un sospechoso por un apuñalamiento ocurrido en 1979. La contestación de Vera al interrogado resumía bastante bien la motivación que impulsa al equipo de detectives protagonistas a no darse nunca por vencidos: “Para usted, pero para otros parece que fue ayer”.
Danny Pino y Kathryn Morris en 'Caso abierto' ('Cold Case')
La frase con la que se suele promocionar la serie puede ser excesiva y engañosa aplicada a la realidad (“La esperanza sobrevive... pues la evidencia nunca muere”), pero en esta ficción funciona como sinopsis perfecta del argumento. Los profesionales encargados de estos casos congelados no tienen inconveniente en llenarse ojos y manos de polvo buscando entre viejas cajas de pruebas, revisar archivos y hemerotecas o darse a la búsqueda de antiguos sospechosos. Hasta que el caso queda cerrado (y la mayoría se cierran con éxito), el pasado está de rabiosa actualidad.

Ese interés imperecedero en dar con la verdad, ya sean años o décadas los que separan a los investigadores de la fecha del crimen, provoca en el espectador una simpatía y admiración especiales hacia los agentes de ‘Caso abierto’. Ya dentro de la pantalla, también provoca gratitud en aquellos que nunca vieron hacerse la luz y, cómo no, inquietud en aquellos personajes que creían enterradas las posibilidades de tener que pagar por sus actos.

Conocido su argumento, ‘Caso abierto’ tiene mucho con qué jugar. Por un lado está la gran cantidad de personajes episódicos que pueden pasar por la serie. Hemos visto, entre otros, a Samantha Eggar, Chris Sarandon, Piper Laurie, Natasha Gregson Wagner, Veronica Cartwright y Meredith Baxter.

Lo cierto es que esa gran cantidad de episódicos que ‘Caso abierto’ está obligada a congregar es también un arma de doble filo. No todos los actores episódicos son sobresalientes. Pero es ahí donde la serie se crece y empieza a jugar con el maquillaje (que hace posible que actores de hoy parezcan salidos de las bobinas de filmes de los 40, por ejemplo), el vestuario, la fotografía (otra de las grandes y más variadas bazas técnicas de la serie), los flashbacks y una original planificación de las escenas de investigación e interrogatorio (en las que se hace coincidir –muy hábilmente por cierto– a los actores que interpretan a los personajes en la actualidad y a los que les dan vida en su juventud).

El resultado de esas técnicas, los cuidados guiones, la amplia banda sonora y la atenta dirección de la mayoría de episodios hacen de ‘Caso abierto’ una serie muy interesante. Además, el reparto principal, que no siempre ha obtenido el respaldo que merece, está muy por encima de lo estrictamente eficiente.

Kathryn Morris le imprime a la protagonista una serenidad (y no pasividad) que no hace sino aumentar la credibilidad de su trabajo. Es el mejor ejemplo que podíamos tener de la interpretación de una detective eficaz: Lilly Rush cumple con su deber y no se muestra ni excesivamente autoritaria ni heroica. Morris sabe cuándo hacerla pasar a un segundo plano y dejar el escenario en manos de los secundarios y, además, lo sabe hacer de una forma sorprendentemente elegante. Nunca se sobreexpone. Nunca aburre.

Resulta difícil de entender que una serie como ‘Caso abierto’ sólo haya recibido una nominación a los Emmy en las cuatro temporadas que lleva emitidas. Los casos de este equipo de detectives (dedicados a hacer justicia, eso a lo que algunos llaman reabrir heridas), como la calidad de la serie, están de rabiosa actualidad.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Miguel, me gusta mucho la serie y de este capítulo sobretodo, la cacion con la que termina, el estribillo dice algo así como "But I do not believe that the time treats this broken heart...! ..... Sabes el título e intñerprete de la canción.
Gracias
Selene

Miguel Crespo dijo...

A mi también me llamó la atención esa canción. Es "Broken Hearted Me" de Anne Murray.

Anónimo dijo...

Hola Miguel, durmiendo escuché el final de la serie con esta canción, me llamó tanto la atención que me puse a buscarla y gracias a ti la encontre.
Un beso!

Anónimo dijo...

Hoy he visto el capítulo, la canción es preciosa, muchas gracias.

Anónimo dijo...

Caso Abierto me gusta, es entretenida y está bien hecha Pero el planteamiento es muy tramposo. No es creible que los investigados tengan esa memoria tan perfecta después de tantos años. Parece que no les afecte el paso del tiempo, ni las trampas de la memoria, ni los recuerdos más o menos inducidos...Y tampoco es muy creíble que al final todos confiesen porque pruebas, lo que se dice pruebas, casi nunca las hay trás tanto tiempo. XLManteiga

Anónimo dijo...

Aunque las trampas en las series y en el cine son moneda corriente. El gran Hitchcock también hacía muchas.Y la película esa con Bruce Willis y el chaval que decía que en ocasiones veía muertos es una de las más tramposas de la historia y su famoso final es un absurdo total que no tiene pies ni cabeza XLManteiga

Anónimo dijo...

Lo mejor de Caso Abierto es que por lo menos ahí los crímenes no prescriben. Y también que refleja bastante bien la complejidad humana de muchos casos, en los que lo turbio y la bondad están muy mezclados. La naturaleza humana, a fin de cuentas. Luis M.Pousa