sábado, 25 de noviembre de 2006

Crítica | YO SOY BEA; El viaje a ninguna parte

¿Como puede llegar a alcanzar audiencias superiores al 30% de share algo tan condenadamente malo? Es la pregunta que uno se hace cuando, al igual que buenos productos son retirados a la velocidad de la luz, otros rematadamente mediocres aguantan meses y meses en la parrilla y encima con gran éxito. ‘Yo soy Bea’ (Telecinco) es una telenovela como otra cualquiera, un culebrón que no da sorpresas, no cuenta con trabajos de interpretación demasiado dignos y no lleva a ningún sitio.

Mónica Estarreado, Alejandro Tous y Ruth Núñez en 'Yo soy Bea'

Lo de no llevar a ningún sitio es lo peor del serial. ‘Yo soy Bea’ es una nueva versión de la telenovela colombiana ‘Yo soy Betty, la fea’, y todos sabemos como acaba, y si al menos desconociésemos cómo es el camino que lleva a ese final la cosa se haría más soportable, pero no es ese el caso. Conocemos a la chica (una muchacha inteligente y de buen corazón pero poco agraciada físicamente), conocemos el comienzo de la historia (la chica es contratada como secretaria del jefe en una empresa que mueve mucho dinero) y conocemos a aquellos con los que tendrá que convivir la chica (de todo, desde gente maravillosa que la ayuda y defiende hasta malos de culebrón que parecen villanos de videojuego, nacidos para incordiar hasta sus últimos suspiros). ¿Y el final? Claro que lo conocemos: la chica acaba con el apuesto jefe, y encima se vuelve la más guapa y deseada del lugar, la reina del baile vamos. ¿Habremos aprendido algo de todo esto? Lo dudo.

La vida de Beatriz Pinzón es previsible y repetitiva hasta la saciedad: a la pobre mujer se le presenta siempre una complicación en su trabajo, y por supuesto ella es la única que sabe como hacer frente a la situación. Las cosas se complican, sus amigas no pueden solucionarle la papeleta, pero con esfuerzo ella logra triunfar y hacer que su jefe se sienta orgulloso de ella, que parece a veces lo único que satisface a la chica en el mundo.

Algo que hace a los culebrones un poco más divertidos de lo que serían de otro modo son los malos de la función. Sobre todo las malas, para ser más exactos. En ‘Yo soy Bea’ no faltan, pero ninguno de ellos tiene la fuerza o garra suficiente. Dos claros ejemplos: Mónica Estarreado es plana y aburrida en su cometido, su experiencia en el género (‘La verdad de Laura’) no se hace notar en ningún momento. La actriz tiene una belleza y expresión oscuras que van muy bien con su papel, pero encarna a la esposa del jefe como si para ella interpretar fuese un proceso mecánico, algo sin sorpresas ni emoción; Norma Ruíz, que hace de típica rubia tonta, no provoca ni risa ni rabia. Lorna Paz, que interpretaba el mismo papel en la versión original, era bastante más divertida.

Los buenos, para colmo de males, tampoco convencen en ningún momento. Ruth Núñez, que tiene en su currículum títulos como ‘Compañeros’ o la película ‘Yoyes’, es una Bea demasiado dulce, tímida, paradita y sosa, que no está a la altura de Ana María Orozco (la Betty original) y tampoco seguramente de America Ferrera (la de la versión estadounidense, 'Ugly Betty'). Núñez todo lo dice con un tono que está entre la disculpa y el miedo, como si a pesar de ser la protagonista alguien fuese a eliminarla del mapa al mínimo paso en falso. Además, el personaje al que interpreta la actriz es demasiado bueno para ser real, ya que todos sabemos que alguien como Bea, una mujer echa 100% de bondad, no sobreviviría un solo día en un mundo como éste. Pero para desacertados sus diálogos, capaces de hacer apartar la vista a cualquiera: “Don Álvaro Aguilar es un digno sucesor de su padre, un hombre íntegro como pocos... una persona en la que se puede confiar”, esto metido como si tal cosa en plena conversación. Lo peor es comprobar quién es el famoso galán al que alaba la chica, el partenaire que se suele decir. Se trata de Alejandro Tous, un caballero cuyo físico es lo único que da sentido, si cabe, a la decisión de haberle contratado como el protagonista masculino. Si hay un verdadero actor ahí, cosa que dudo, aún no ha hecho acto de presencia. Lo único que hemos visto por el momento es un hombre rígido e inexpresivo que suelta sus frases cambiando, como mucho, el volumen de su voz.

El resto del reparto no guarda demasiadas sorpresas. Hay caras conocidas, caras bonitas y otras que simplemente son otras caras más. También aparecen Carmen Ruiz (que hace doblete con ‘Mujeres’ en La 2) en el papel de Chusa y Ana María Vidal como la madre de Álvaro, pero ambas actrices tienen más de lo que dan aquí.

Es cierto que ‘Yo soy Bea’ da exactamente lo que promete, pero el problemas está en que eso que promete no es gran cosa que digamos: lujo de culebrón, intrigas de oficina (o mejor dicho de andar por casa) y humor descafeinado. Nada de lo que hay aquí es nuevo, diferente o mejor que lo que hemos visto una y mil veces en las sobremesas televisivas. No sirve para aprender nada, y aquellos que vengan con que demuestra lo lejos que se puede llegar con inteligencia y sin belleza que se vayan a otro sitio con el cuento. Si a Ruth Núñez no la convierten en una criatura despampanante como guinda para el final del culebrón, volveré aquí y escribiré sobre el acontecimiento. Por ahora, lo único que podemos destacar es que se está anunciando la participación especial de Jesús Vázquez en un episodio de la serie, pero lo que necesita ‘Yo soy Bea’ no es la aparición de un presentador famoso sino buenas y originales ideas, tramas que digan algo de una vez. Cuatro meses después del primer episodio ya va siendo hora.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo veo Bea, lo reconozco. Y no lo hago porque sea un producto de calidad. Para mi gusto, Aída, por ejemplo es deleznable y soez y también tiene grandes audiencias. Yo creo que todo depende de cada persona. Yo veo Bea, porque es una novelilla por así llamarla light, correcta...no usan palabras malsonantes ni tacos propias de series españolas tipo Los Serrano...(o la Aida antes mencionada)y es muy naif. Para todos los públicos. Todos esperamos que la fea se vuelva guapa...y tienes razón. No pasa nunca casi nada. Pero entretiene. A mí me hace olvidar mis problemas. Y hay momentos en los que me apetece evadirme viendo algo así, como cuando era niña, algo infantil y sin tiros ni violencia... Yo creo que si hay series que triunfan y otras que no es por algo. No sé decir el porqué. Tampoco entiendo por qué triunfa Aida si yo mientras lo echan, veo a Iker Jiménez. En fin, enhorabuena por tu blog. Saludos.

Anónimo dijo...

Siempre me dan ganas de criticar a los criticos. No he visto un solo episodio pero creo q en vez de llenar lineas y lineas diciendo por qué te parece tan mala, sería mucho más realista e interesante investigar y tomar conciencia de por qué a pesar de todo ello tiene tanto éxito. Pero claro, para eso hay que pensar...

Anónimo dijo...

Es una opinión totalmente objetiva, en la que no te cae bien ningun personaje. Norma ruiz hace muy bien de rubia, haciendote reir, bea es menos graciosa pero profunda y sincera y gonzalo el amigo tambien te hace reir. No a todo el mundo pero no son personajes planos y aburridos, es mas, ¿acaso betty la fea no es hasta cierto punto predecible? Yo la he visto y a parte de la novedad de galan antiheroe y prota guapa tambien esta llena de villanos y heroes, con una trama que gira demasiado entorno a los protas y que justo se enamora el gran mujeriego de la fea cuando se va, y ya no ve a otra mujer. No digo que sea bonoto pero poco real, alguien que ve la belleza interior pero ha llevado una vida livida no cambia tan magicamente de un dia pra otro y en bea eso se ve que pese a saber que le gusta bea sigue cometiendo errores y cayendo en lo mismo hasta que aprende un mensaje mejor que el dar a entender a las mujeres que los viva la vida van a cambiar por ti en un segundo.

Anónimo dijo...

"prota fea" me he equivocado. :)